En el corazón de la Patagonia chilena, florece un ejemplo brillante de dedicación, visión y pasión emprendedora: PatagoniaSun . Fundada por Bernardita Montes y María Inés Escalona, esta empresa exportadora de flores destaca no solo por la alta calidad de sus productos, sino también por el profundo impacto humano y emocional que hay detrás de cada ramo.
Ambos fundadores comparten una convicción que va mucho más allá del éxito empresarial. Para ellos, construir un buen negocio significa generar bienestar en toda la cadena de producción, desde quienes trabajan la tierra hasta quienes reciben las flores en los mercados internacionales. Esa sensación de logro colectivo —ver que el esfuerzo de tantas personas da frutos— es lo que da sentido a cada jornada laboral.
Pero hay algo aún más poderoso: el ejemplo que dan a sus familias. "Me encanta que mis hijos me admiren por algo tan bueno como mi trabajo", dice Bernardita. Mostrarles a sus hijos que una mujer puede construir un negocio con sacrificio y determinación, y que este esfuerzo transforma vidas, puede ser su mayor motivo de orgullo.
PatagoniaSun es más que una empresa. Es un símbolo de cómo el talento chileno, la profunda conexión con la tierra y el compromiso con la calidad pueden abrir puertas al mundo. También es un recordatorio de que el comercio internacional puede construirse sobre valores humanos, una identidad arraigada y un propósito significativo.
En una época en la que muchos buscan negocios con alma, historias como ésta nos recuerdan que es posible crecer sin perder las raíces y que las flores más bonitas no siempre florecen en las grandes ciudades, sino en los rincones mágicos del sur del mundo.